La Coronación de la Imagen de Nuestra Madre y Señora de la Piedad es la proclamación pública y solemne del triunfo de la santidad de María, la humilde doncella nazarena, limpia de pecado, Madre del Redentor y de su Iglesia, llevada en cuerpo y alma al Cielo donde habita coronada por la Santísima Trinidad como Reina y Señora de todo lo creado.
Pero además, coronando a nuestra Amantísima Titular los hermanos de la Santa Vera+Cruz proclamamos nuestra fidelidad a María consagrándole nuestras vidas para siempre, como ya esta Hermandad hiciera en la defensa de misterio concepcionista bajo voto en el lejano año de 1653.
La Virgen “De Piedad Coronada”, Ella que es la Causa de nuestra alegría, el calor en nuestros hogares, la Madre Piadosa en nuestras familias, la compañera fiel de nuestros ancianos, el consuelo de nuestras penas, la salud en nuestros dolores. “De Piedad Coronada” significa, como nos señaló el Papa Francisco en la audiencia del 4 de junio de 2014 al hablar de este don, que:
“Es necesario aclarar inmediatamente que este don no se identifica con el tener compasión de alguien, tener piedad del prójimo, sino que indica nuestra pertenencia a Dios y nuestro vínculo profundo con Él, un vínculo que da sentido a toda nuestra vida y que nos mantiene firmes, en comunión con Él, incluso en los momentos más difíciles y tormentosos.
Este vínculo con el Señor no se debe entender como un deber o una imposición. Es un vínculo que viene desde dentro. Se trata de una relación vivida con el corazón: es nuestra amistad con Dios, que nos dona Jesús, una amistad que cambia nuestra vida y nos llena de entusiasmo, de alegría. Por ello, ante todo, el don de piedad suscita en nosotros la gratitud y la alabanza. Es esto, en efecto, el motivo y el sentido más auténtico de nuestro culto y de nuestra adoración. Cuando el Espíritu Santo nos hace percibir la presencia del Señor y todo su amor por nosotros, nos caldea el corazón y nos mueve casi naturalmente a la oración y a la celebración. Piedad, por lo tanto, es sinónimo de auténtico espíritu religioso, de confianza filial con Dios, de esa capacidad de dirigirnos a Él con amor y sencillez, que es propia de las personas humildes de corazón”.
Es esta corona “de Piedad” que, como Pastor de nuestra Archidiócesis, ha tenido a bien conceder, la que fervientemente deseamos que Su Excia. Revma. imponga a tan venerada Imagen de la Santísima Virgen el 4 de mayo de 2024.
Somos conscientes, Excelentísimo Señor, que la Coronación Canónica no es nada material, no otorga a la Imagen de Nuestra Madre y Señora de la Piedad nada que esta no tuviera antes. Somos plenamente conscientes que con esta Coronación que Vd. graciosamente nos concede manifiesta el reconocimiento de la Iglesia a los méritos históricos de fervor y piedad ininterrumpidos de una devoción identitaria a través del amor de sus hijos hacia tan Celestial Señora. Esta gracia concedida de la Coronación es un acto que trasciende a nuestra propia Hermandad, es un acto de toda la Iglesia de la Archidiócesis, de nuestra Parroquia y de nuestro Pueblo de Albaida del Aljarafe, que lo vive como una oportunidad evangelizadora y pastoral.
Pedimos al Señor de la Vera+Cruz, por la intercesión de Nuestra Madre y Señora de la Piedad, que su Coronación signifique realmente un hito en esta llamada a la espiritualidad, evangelización y santidad, la apertura de un tiempo nuevo para la Hermandad y para la Iglesia de Sevilla.
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